Los días pasan y el coronavirus parece no querer bajar la guardia, algunos países han buscando retomar sus actividades de forma paulatina reduciendo un poco las restricciones de movilidad, pero al parecer no ha sido tan buena idea, y es que el aumento de contagios persiste, generando así, alarma en las autoridades.
Tal es el caso de Pekín, capital de China, donde se ha tenido que proceder a cerrar escuelas y grandes mercados por rebrotes aún más fuertes de coronavirus, mientras que en India se registró un récord de casos diarios de contagios y en un día tuvo más de 2.000 muertes.
Por su parte, latinoamérica continúa siendo una gran preocupación como epicentro de la pandemia, donde hasta el pasado 12 de junio se habían registrado más de 1,5 millones de personas positivas al virus y más de 70.000 muertes.
Estados Unidos, a su vez cuenta con más de 2 millones de casos confirmados por coronavirus y más de 116.000 muertes, sin embargo, en Europa la curva de contagios ha ido disminuyendo, pero esto no querría decir que se mantendría así a futuro, ya que expertos comentan que con el fin de la cuarentena podrían surgir rebrotes en cualquier momento, sobretodo cuando la emergencia sanitaria está empeorando de forma global, así lo declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesu.
A pesar de que se ha encontrado un nuevo fármaco para salvar las vidas de pacientes con Covid-19, llamado Dexametasona, no han encontrado una vacuna, por lo que muchos se preguntan: ¿qué hacer ahora con todos estos repuntes del virus? ¿cómo se debe actuar? Los ciudadanos necesitan trabajar para conseguir el sustento diario, continuar con sus estudios y rutinas de vida.
Lo cierto es, que el uso de la mascarilla juega un papel importante en esta nueva etapa de la pandemia. Un reciente estudio de la Universidad de Cambridge afirma que el uso de la mascarilla disminuye la propagación del virus y que si éstas se combinan con el debido cumplimiento de la cuarentena, se podrían prevenir significativamente futuras oleadas de coronavirus.
Richard Stutt, investigador de epidemiología en la Universidad de Cambridge y quien es coautor de este estudio, por medio de un comunicado, declaró: “Si el uso generalizado de mascarillas por parte del público se combina con distanciamiento físico y confinamiento, puede ofrecer una forma aceptable de manejar la pandemia y reabrir la actividad económica mucho antes de que haya una vacuna”.
La OMS está de acuerdo con esta medida, sobretodo usar estas mascarillas en lugares pequeños en donde el distanciamiento social resulta difícil de llevar a cabo, no obstante, instan a la población a cumplir con el lavado constante de manos con agua y jabón, de igual forma, tapar la boca con el ante brazo al momento de estornudar o toser y no tocarse la cara, incluyendo la mascarilla que se lleve puesta.