Carolina Reyna, gestora cultural y líder de iniciativas de activismo barrial desde hace tres años y medio, nos concedió una entrevista, para hablar de sus proyectos nuevos y toda su trayectoria.
Cuando recién llegó a la urbe porteña, no conocía los problemas a profundidad que tenían varios sectores de la ciudad. De a poco, fue conociendo cada problemática que padecían algunos barrios de la Perla del Pacífico.
Falta de espacios públicos, actividades lúdicas para niños y adolescentes, es lo que se encontró en Guayaquil y eso sirvió para definir cuáles serían sus metas y objetivos trazados, para poder obtener un espacio cultural que sirva para una comunidad.
Empezó en el Centro Cultura El Libertador, de la ciudadela Simón Bolívar, siendo este su primer barrio desde que llegó a residir aquí. Su equipo estaba conformado por 4 integrantes y dos moradores del sector. En 9 meses, logró realizar más de 40 eventos, de lunes a sábado, contando con 60 visitas diarias.
Lastimosamente, después de que el lugar se levantó, la dirigencia barrial del sector, los echó. Recuerda el momento del primer contacto con los moderadores, fue muy buena, teniendo toda la predisposición y recibiendo la ayuda necesaria, cuando lo ameritaba.
Apenas fueron desalojados, acudieron a las autoridades competentes, pero nunca recibieron una respuesta. No es bueno mezclar lo cultural con lo político, porque se puede desviar el verdadero enfoque y la autonomía de estos espacios.
Muchos barrios donde ha trabajado, no cuentan con espacios públicos y no reciben la ayuda necesaria, para compartir con barrios aledaños. En la actualidad, se encuentra realizando activismo barrial en el sur de la ciudad, llamado “Caleta 89”.
Trabajan temas de arte urbano, como grafiti, hip hop, murales y están interviniendo con jóvenes que han estado involucrados en temas de pandilla. Son 45 personas, 8 profesionales de diferentes ramas, entre ellos hacen una programación trimestral de las actividades que realizarán.
