AstraZeneca anunció durante este fin de semana un nuevo retraso en los envíos de sus vacunas contra el Covid-19 a la Unión Europea.
Esto significa un gran golpe a los esfuerzos para acelerar la vacunación, mientras persisten los temores sanitarios sobre este fármaco, defendido desde un principio por la OMS.
La compañía anglosueca alegó problemas de producción y restricciones de exportación para justificar sus retrasos.
ANUNCIAN SUSPENCIÓN
Varios países suspendieron esta semana la aplicación del fármaco de AstraZeneca por temor a la formación de coágulos de sangre.
Esto, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que no hay razón para dejar de usar esta vacuna contra el Covid-19.
Dinamarca, Noruega, Islandia y Bulgaria han sido los países que han suspendido por “precaución” las aplicaciones de AstraZenaca.
Además, el sábado India anunció que realizará una revisión más profunda de los efectos secundarios de este fármaco.
Noruega, por su parte, informó que ha detectado hemorragias cutáneas en algunos pacientes menores de 50 años, aunque sin establecer una causa directa con la vacuna.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) abogó el viernes por agregar alergias graves a la lista de posibles efectos secundarios de la vacuna.
SE REDUCEN LAS ENTREGAS
AstraZeneca explicó el día sábado que había decidido recurrir a sus centros de producción fuera de la UE para el suministro al bloque, pero “lamentablemente, las restricciones de exportación reducirán las entregas en el primer trimestre” y “probablemente” en el segundo, según un portavoz del grupo.
El laboratorio empezó a distribuir sus vacunas a la UE en febrero, y su objetivo era entregar 100 millones de dosis en el primer semestre de 2021.
La Comisión Europea quiere que antes del fin de verano boreal 70% de los europeos esté vacunado.
Italia, que esta semana superó las 100.000 muertes por Covid-19, registra una fuerte alza de las cifras de contagios y decesos.
En Francia, la situación en la región más poblada del país, la de Ile de France, que abarca a París, preocupa a las autoridades por la saturación de los hospitales.
“Estamos al borde”, dijo el primer ministro Jean Castex.
El viernes, Francia superó las 90.000 muertes por la pandemia.
En paralelo, cinco países europeos, Austria, República Checa, Eslovenia, Bulgaria y Letonia, llamaron el sábado a discutir sobre las “enormes disparidades” de distribución de las vacunas “lo antes posible” entre los dirigentes de la UE.