MAP (Minor-attracted person o Persona atraída por menores) es un movimiento que recientemente busca promover que la pedofilia no sea legalmente sancionada y que a su vez sea eliminada de la lista de trastornos mentales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo cual ha causado gran revuelo e indignación alrededor del mundo.
Con este movimiento, se busca que sea aprobado:
– La Pedofilia: la atracción hacia niños prepúberes.
– La Hebefilia: la atracción hacia niños pubescentes / adolescentes tempranos.
– La Ephebophilia: la atracción a adolescentes tardíos.
LA OMS
La pedofilia es descrita por la OMS «como un trastorno sexual que se caracteriza por la presencia de fantasías, impulsos o comportamientos sexualmente excitantes recurrentes e intensos relacionados con los niños (por lo general hasta los 13 años de edad).»
Según datos de UNICEF para el año 2014, en el mundo 120 millones de niños, niñas y jóvenes han sufrido abuso sexual.
Los impulsadores del movimiento MAP, expresan buscar un derecho, debido a que tienen como objetivo promover el amor libre entre personas adultas y niños, alegando que se trata de un hecho normal.
INDIGNACIÓN Y RECHAZO
Las personas que forman parte de la comunidad LGBTI se han sentido insultados, ya que el movimiento MAP busca que se les compare con otro tipo de organizaciones, incluyendo a los LGBTI, de hecho, poseen una bandera muy similar, por lo que las personas de la comunidad gay han aclamado que esto es una ofensa y piden que no se les compare.
UN TIPO DE NEGOCIO ABOMINABLE
Cabe destacar, que para muchos es normal que se busque legalizar este tipo “aberraciones” cuando es claro la cantidad de dinero que se puede sacar de este tipo de negocios.
Si hoy día siendo un delito es un negocio millonario, si se legaliza, las cantidades serían exorbitantes.
En Holanda, por ejemplo, se legalizó en el año 2006 un partido político que aboga por la disminución de la edad de consentimiento sexual a los 12 años, lo cual evidencia la presencia de miles de personas que abiertamente o en lo privado, utilizan a los niños como objeto de explotación sexual.
Investigadores policiales plantean que siendo un negocio tan lucrativo también cuenta con un público no pedófilo que alimenta su propagación.
El negocio de la pornografía infantil es una de las actividades ilegales más lucrativas, la misma mueve millones de dólares, satisfaciendo un mercado de clientes que alimentan la prosperidad de la actividad.
HABLAN LOS EXPERTOS
MAP ha sido tendencia las últimas semanas en redes sociales, causando indignación, molestias, debates acalorados y algunos comentarios perversos y totalmente fuera de lugar.
“Las preferencias son preferencias y los gustos son gustos, ustedes no son culpables. Puedes tener 40 años y enamorarte de una niña de 12 añitos, mientras no cometas delitos puedes estar en completa libertad y expresarte como dice tu corazón”, fue uno de los comentarios publicados.
Milena Grillo, quien es experta en la protección de niños y adolescentes de la violencia en Costa Rica, comenta que:
“El MAP debe generar nuestra indignación y rechazo, pero, sobre todo, presionarnos a actuar, a no dejar nada para mañana porque un “clic” puede estar abriendo la puerta de tu casa a un pedófilo en estos momentos”.
“Ellos tienen las competencias tecnológicas, manejan los dispositivos y las aplicaciones mucho mejor que nosotros los adultos, pero no tienen las competencias digitales, sociales para resolver los riesgos y conflictos que se presentan en las interacciones en las redes sociales”, advirtió la experta.
Milena Grillo exhortó a los padres a hablar con sus hijos y estudiantes sobre el tema y hacerles entender el peligro que hay “en línea”, por ejemplo, el grooming (pedófilos que captan a los niños mintiendo sobre su edad); el sexting (envío de fotos desnudos o semi); el cyberbullying.
La experta hace hincapié en que si estos temas no son conversados y se mantienen como un tabú o no se las da la importancia que esto amerita, los niños o adolescentes no tendrán las herramientas para poder defenderse si les llegara el momento de ser víctimas.
“Las familias debemos revisar la exposición de los niños cuando publicamos sus fotos en las redes sociales. Los hipersexualizamos vistiendo ropas, bailando o cantando como si fueran adultos para ser vistos u obtener aprobación y popularidad”.