La calamidad en la que continúan viviendo los venezolanos que residen en Venezuela, parece una historia de nunca acabar.
La cuarentena establecida en Venezuela por el Gobierno Nacional, es un poco diferente a la cuarentena que viven hoy día los ciudadanos en otros países del mundo, y es que acatar las medidas de confinamiento en un país en el que la escases de agua es permanente, la falta de luz es constante, no hay internet, incluso, ya muchas hogares venezolanos no cuentan con señal de Directv para poder tener un medio con el cual distraerse, es una razón de peso para que muchos integrantes de la familia caigan en desesperación y fuertes estados de ansiedad.
Marisabel Parada, integrante de Psicólogos sin Fronteras de Venezuela, comenta: “El temor que tenemos los psicólogos y los profesionales de la salud mental, es que, si esta cuarentena se alarga hasta finales del 2020, podrían aumentar las alteraciones de ansiedad y depresión que estamos acostumbrándonos a ver en esta cuarentena”.
Psicólogos sin Fronteras de Venezuela, es una organización que se ha encargado desde el mes de marzo, de realizar una atención telefónica gratuita a ciudadanos venezolanos, en la mayoría de la ciudad capital y de algunas zonas del interior del país.
Marisabel Parada, afirma que el principal diagnóstico de las personas que llaman a la organización es la ansiedad junto a ataques de pánico, al mismo tiempo depresión y brotes psicóticos.
La inmensa inflación en la que está sumergida el país, la alta tasa de desempleo, entre otras causas, hacen imposible que el venezolano pueda llevar una vida tranquila.
Los servicios básicos cada vez son peores, sin embargo, ciertos alimentos han ido apareciendo poco a poco en los estantes de los supermercados, pero con los altos costos, para muchos es imposible adquirirlos, y si a esto se le suma que ahora parte del país se maneja en dólares, un tipo de cambio que todavía no es oficial, hace el camino mucho más engorroso, ya que no todos tienen acceso a esta moneda.
“Un encierro en santa paz requiere de la satisfacción de las necesidades primordiales como son alimentos, agua, luz, aseo y, en estos tiempos, el internet, porque ahora más que nunca hay una necesidad de comunicación entre las personas”, declara el psicólogo social Leoncio Barrios.
El encierro y el estar envuelto entre tantas carencias podrían causar efectivamente la aparición de síntomas, debido a que estos ciudadanos deben salir para ver cómo resolver las necesidades básicas del hogar, no obstante, los más afectados siguen siendo los pacientes con problemas de salud mental que fueron diagnosticados antes de la llegada del coronavirus a Venezuela.
“El confinamiento que ya lleva casi 4 meses ha acarreado que una situación de crisis se mantenga y se presenten otras manifestaciones psicológicas como el miedo al presente y al futuro por la pérdida de calidad de vida en Venezuela, adicional, no tener los servicios básicos en sus hogares e inclusive la imposibilidad de salir a parques o jardines. Eso hace que niños y adolescentes estén descompensados, resultado que también existe en los adultos de tercera edad”, dice Marisabel Parada.
Para el doctor Barrios, “el gran sector de la población que enfrenta carencias socioeconómicas y de servicios está en una situación psicológica límite”. Agrega que, si el confinamiento se hace más estricto y se alarga en el tiempo, se pudieran enfrentar serias crisis psicológicas y aumento de la tensión social.
(Fuente: Hispano Post)