En un artículo anterior se habló de “Bloodborne” y cómo la compañía creadora del juego From Software había logrado crear una verdadera obra de arte de los videojuegos; no solo a nivel de entretenimiento sino a nivel narrativo. Una de las cosas que caracteriza a From Software es su capacidad de estar en constante cambio, sin perder de vista qué es lo que los define como compañía diseñadora de videojuegos. Los juegos de From Software son difíciles, misteriosos y hasta frustrantes, pero no solo se trata de crear un juego desafiante sino uno en el que el jugador disfrute la experiencia, no abandone, y salga victorioso.
En marzo del 2019 From Software lanzó “Sekiro Shadows Die Twice” y no solo presentó otro cambio brusco con respecto a la saga “Souls” y a “Bloodborne” sino que logró una experiencia de juego completamente refrescante y divertida. Si “Dark Souls” nos situó en tierras antiguas y legendarias y “Bloodborne” nos arroja a una ciudad gótica y victoriana, “Sekiro” nos transporta al período Sengoku de Japón aproximadamente en el siglo XV.
La historia
Esta es la primera vez que From Software utiliza elementos históricos reales para construir su mundo ficticio y permitirnos experimentar magia dentro de algo real. También, a diferencia de los anteriores juegos, esta es la primera vez que controlaremos a un jugador con un nombre ya definido, una historia ya vivida y un objetivo claro.
Como el nombre del juego, nuestro jugador se llama Sekiro, un huérfano de guerra que es adoptado por un gran guerrero shinobi para ser entrenado y convertirlo también en un gran guerrero. La historia no nos lo cuenta, pero de alguna manera Sekiro termina sirviendo al Clan Ashina, un poderoso clan que, en su apogeo, había derrotado a todos sus enemigos, pero que debido al envejecimiento de su líder, Isshin Ashina, ahora se ven en conflictos con el ministerio del interior de Japón por el control de las tierras japonesas. A Sekiro se le delega el cuidado y resguardo de Kuro, un niño del clan que posee la sangre del dragón que le confiere a él y a todos los que reciban su sangre la inmortalidad. El viaje de Sekiro en este juego nos pondrá a elegir si seguir obedeciendo a nuestro padre, proteger a Kuro a toda costa de todos los que quieran su sangre o forjar nuestro propio camino.
“Sekiro” es un juego narrativamente muchísimo más lineal que las anteriores entregas de From Software, aunque no por eso deja de ser una grandísima historia, que junto a las grandes e innovadoras mecánicas que la compañía nos presenta, lograron ganar el premio al Juego del Año de los “Game Awards” 2019. Para todos aquellos que quieran vivir su propio camino en “Sekiro”, no se hablará mucho más de la historia del juego, hoy queremos explicar a grandes rasgos las mecánicas del juego y cómo estas lo hacen único en su clase incluso dentro de las entregas de From Software.
Cambios de mecánicas
Todos los juegos de From Software tienen algo en común, nuestros personajes poseen una barra de “stamina”; la stamina es la energía que utilizamos para atacar, correr, esquivar o bloquear y si nuestra stamina se acaba, estaremos vulnerables a cualquier cosa hasta que nuestro personaje “recupere el aliento”. Sekiro es un shinobi (ninja) sumamente entrenado y con capacidades casi sobrenaturales, por lo que en este juego no tendremos barra de stamina. Sekiro no se cansa, puede saltar alturas nunca antes vistas en un juego de From Software, nadar contra corriente y sobretodo, atacar sin descanso. Todas estas nuevas posibilidades hacen que Sekiro sea un juego con características propias de un juego de plataformas, donde debemos descifrar cual es la mejor ruta que debemos tomar y utilizar todas las habilidades del personaje para avanzar.
A pesar de que un juego donde esto sea posible suena muy fácil, From Software introdujo una mecánica nunca antes vista y que va en perfecta armonía con las temáticas de ninjas y samuráis de “Sekiro”, la barra de postura. En el juego la postura lo es todo a la hora de entrar en combate, cuando nuestro jugador vaya a recibir algún tipo de ataque solo deberemos levantar nuestra guardia para bloquear el golpe pero eso sí, nuestra barra de postura incrementará progresivamente si seguimos recibiendo golpes sin posibilidad de descansar. Si nuestra barra se llena, nuestra postura se “rompe” y estaremos a merced de cualquier ataque enemigo, alguno de los cuales pueden ser letales. La única manera para evitar perder nuestra postura es bloquear justo en el momento en que recibiremos el ataque.
Lo interesante de esta mecánica es que también funciona para los enemigos. En el juego nuestro objetivo no es acabar con la vida del enemigo, puesto que ellos también bloquearán muchos de nuestros ataques, nuestro fin es romper su postura para poder asestar un solo golpe crítico. Si en “Bloodborne” el fin era atacar a toda costa y en “Dark Souls” ser defensivos e inteligentes, en “Sekiro” debemos ser precisos, técnicos y atentos. Si no logramos dominar esta mecánica, nunca superaremos los desafíos del juego.
Otra interesante adición al juego es poder cambiar el “nivel de dificultad” del juego. En los juegos de From Software nunca ha sido posible elegir el nivel de dificultad del juego, sus juegos siempre son difíciles. “Sekiro” tampoco cambia esto de raíz, pero el juego nos da la opción de adquirir ciertos “ítems” que hacen del juego aún más desafiante. Por ejemplo, “la campana del demonio” habilita la mecánica de que nuestro jugador pierda puntos de vida sino bloqueamos justo en el momento preciso, lo que nos desafía a no permanecer con la guardia arriba, sino en solo bloquear en el momento justo.
Morir es algo inevitable en “Sekiro” al igual que en cualquier otra entrega de From Software. Cuando moríamos en entregas anteriores de la compañía, nuestro jugador era regresado al último “checkpoint” y debíamos volver a empezar con una sola oportunidad para recuperar nuestros puntos; sin embargo, “From Software” decidió añadir un pequeño cambio. Al haber recibido la sangre de Kuro, nuestro jugador también posee la inmortalidad, por lo que al morir tendremos una oportunidad para revivir en el acto y no perder el progreso que hemos alcanzado a ese momento. De ahí el nombre del título “Shadows Die Twice”. Eso sí, en “Sekiro” no tendremos la posibilidad de recuperar nuestros puntos, en su lugar, tendremos un porcentaje de probabilidad de no perder nuestros puntos en absoluto y conforme vayamos muriendo más y más, nuestro porcentaje se va disminuyendo.
“Sekiro” es una aventura completamente nueva, tanto para nuevos jugadores, como para los ya familiarizados con las entregas de From Software. Quedan igualmente advertidos que el camino no será fácil, pero la gratificación que otorga superar cada desafío que nos presenta el juego es un sentimiento con el que todos los amantes de los videojuegos estarán muy familiarizados. Nos vemos en Ashina.
Por Mateo Pablo Dueñas